Todos merecemos una segunda oportunidad, incluso los objetos que ya no utilizamos. Esa es la filosofía que profesamos y buscamos en las diversas áreas de Progreso y más específicamente en Proverde, empresa encargada de la gestión y co-procesamiento de residuos sólidos de manera ambientalmente segura y eficiente.
Esta unidad de negocio se ha convertido en uno de los proyectos insignia de nuestro papel como Líder Ambiental, y su rol activo ha impactado positivamente no solo en la salud y limpieza de nuestras ciudades sino también en la promoción de una economía circular en Guatemala, Honduras y Costa Rica. Es una importante iniciativa que tiene un gran potencial en toda la región.
Para comenzar, hablemos de algo que todos tenemos a nuestro alrededor cada día: las llantas. Así como es relevante hablar de su función, también lo es mencionar qué sucede cuando finaliza su vida útil. Muchos desconocen que al ser desechadas, éstas se convierten en un gran contaminante para el planeta. No sólo por encontrarlas en las cunetas de nuestras carreteras sino porque se convierten en un criadero de mosquitos que luego son vectores de graves enfermedades.
Pero es ahí donde la innovación y la sostenibilidad se hacen presentes y permiten que nazca empresas como Proverde que se dedica a convertir desechos sólidos y peligrosos desechos líquidos en energía alternativa para nuestro proceso de fabricación de cemento.
Con esta iniciativa demostramos que al co-procesar los neumáticos usados, éstos pueden convertirse en combustible para la generación de energía térmica. De esta manera reducimos el consumo de combustibles fósiles tradicionales y las consecuentes emisiones de CO2. Además de promover ambientes con menos basura y enfermedades.
Esta labor que comenzó en la Planta San Miguel y se ha extendido a Planta San Gabriel tiene el potencial para procesar residuos sólidos y líquidos de distintas fuentes: plásticos, cartones, papel, llantas, textiles, medicinas caducadas, entre otros. Y es un gran orgullo ver las cifras positivas obtenidas, entre 2001 y 2021, reflejo del compromiso con el medio ambiente: co-procesamos más de 120 mil toneladas de residuos sólidos, más de 90 mil toneladas de líquidos y más de 45 mil toneladas de llantas.
Lo que más nos alegra es saber que no estamos solos en esta misión, ya que hemos generado alianzas con el sector privado y el público, incluso fuera de Guatemala. Tal es el caso de la Planta de Cementos del Norte en Honduras, por ejemplo.
Recientemente pude vivir también una evidencia clara de este compromiso durante una visita a la Familia Progreso tica. En mi visita a la Planta Patarrá fui testigo del co-procesamiento de llantas para la fabricación de un cemento más verde y sostenible para el país. En Costa Rica nos apoyamos a través de iniciativas con la organización Fundellantas y el Ministerio de Salud costarricense para la recolección de llantas de automóvil en desuso y su posterior tratamiento en la Planta Colorado.
Nuestra tarea está en seguir promoviendo prácticas sostenibles como estas, y en contagiar a cada vez más personas que quieren impactar el planeta de la forma más positiva posible.
Lograrlo no es asunto sólo de una gran planta de cemento, sino que todos podemos hacerlo desde casa, en las escuelas y en todos los escenarios posibles. Siempre hay oportunidad de cuidar la vida y el ambiente; no olvidemos que lo que un día parece un desperdicio puede convertirse en la chispa para encender una nueva luz.