El origen de Progreso tiene lugar hace 124 años, cuando Carlos Federico Novella Kleé fundó en Ciudad de Guatemala la firma Carlos F. Novella y Cía. Era el año de 1901 y el primer producto que se comercializó fue Cal Horcalsa.
Este fue el arranque de una trayectoria de éxito y resiliencia frente a las adversidades, con la que logró superar eventos históricos en Guatemala como los terremotos de 1927 y la primera recesión global de la década de 1930.
José Raúl González, CEO de Progreso, explicó que ser una compañía familiar es una de las mayores fortalezas, al obligarla a pensar siempre en la próxima generación y no en el próximo trimestre, lo que implica que las utilidades no sean el objetivo, sino el resultado de cómo conducen sus negocios.
Ahora, con la firme convicción que Centroamérica tiene un gran potencial de crecimiento económico en las distintas industrias, Progreso tiene como imperativo estratégico ser catalizador del desarrollo de la región.
POSICIÓN CONSOLIDADA
A través de los años, la compañía le ha apostado a la expansión. En 1974 se inauguró la segunda planta de cemento de la compañía y la región, en Sanarate, El Progreso.
En el 2019 se inauguraron las operaciones de la Planta San Gabriel, en San Juan Sacatepéquez y ese mismo año, incursionó en Panamá para establecer operaciones comerciales.
Como parte de la estrategia de crecimiento, en 2021, la marca Cementos Progreso se estableció en Colombia y abrió una planta dedicada a la producción y comercialización de cemento en Belice. Por otro lado, en 2022 concluyó la adquisición de las operaciones de Cemex en los mercados de Costa Rica y El Salvador, con lo cual, la marca Cementos Progreso también incursionó en estos mercados.
González destacó que una de las claves del éxito de Progreso es el enfoque integrado de investigación, desarrollo e innovación, con el objetivo de ofrecer soluciones para la cadena de valor de la construcción a manera de que los consumidores finales tengan acceso fácil a soluciones diseñadas a la medida de sus necesidades.
Para ello, Progreso cuenta con un Centro de Investigación y Desarrollo (CID), el cual investiga, experimenta, capacita y atiende los requerimientos de sus unidades internas y de los grupos de interés. En éste se desarrollan nuevos productos, se mejoran los existentes y se ejecutan proyectos en alianza con otras iniciativas del sistema.
En la actualidad, centra sus investigaciones en los cementos del futuro y en las impresiones 3D, buscando ser siempre innovadores en su medio.
Con la iniciativa “Pisos S3” promueve espacios saludables, seguros y sostenibles al reemplazar pisos de tierra por pisos de concreto.
LÍDER Y GUÍA
González destacó que asumir como CEO de Progreso implicó muchos retos, pero también muchas satisfacciones. Se considera un facilitador de un equipo humano de primera.
Su llegada a Progreso ocurrió en 2010, como CFO, y en 2012 obtuvo el cargo de CEO, aunque ya lo precedía una amplia experiencia en varios puestos gerenciales en diferentes industrias.
“Ser CEO de una compañía familiar con una larga trayectoria y visión a futuro, implica una enorme responsabilidad.
Yo simplemente busco ser un facilitador y un buen guía de las muchas cosas que ya se venían haciendo y se siguen haciendo bien en Progreso”, expresó. González recalcó el honor que para él representa gestionar el legado de un gran líder, el fundador de Progreso, Carlos F. Novella, quien fue un gran visionario en el campo empresarial, pero también en el social y medioambiental.
“No sólo fundó la tercera empresa de cemento en el continente americano, sino que también fue un hombre que se anticipó a su época brindando a sus colaboradores y sus familias servicios de educación y salud mucho antes de que eso se volviera una prestación laboral”, comentó González.
El reto de crecer en la región ha sido el desafío más reciente en Progreso. Haber iniciado operaciones en Belice, Panamá, Colombia y el año pasado en El Salvador y Costa Rica, en medio de los años de las grandes limitaciones por la pandemia, no ha sido un reto menor. “Me siento orgulloso de lo que el equipo ha logrado en medio de estas circunstancias, ya que Progreso ha salido fortalecido”, acotó.
Para González, una de las prioridades de su gestión es la estrategia de sostenibilidad que rige a la compañía, la cual impulsa desde su posición de liderazgo y a través de la que se busca aportar valor económico, social y ambiental.
Esta estrategia manda a ser no sólo el empleador preferido, sino el proveedor favorito, ser un líder ambiental y ser un ciudadano corporativo responsable. Esos son los pilares de la estrategia de negocio de Progreso y con los que trabajan para crecer en los países en los que operan.
Asimismo, el CEO destaca que la Cultura Progreso está cimentada en el Código de Valores, Ética y Conducta (COVEC) y los ejes de servicio, compromiso con el resultado, bienestar, desarrollo, comunicación y reconocimiento, de su Agenda de Liderazgo.
“Una de las enseñanzas que más atesoro es hacer negocios apegado a esta cultura organizativa, ya que esto nos ha dado como resultado mejores negocios”, enfatizó.
De cara al futuro, el directivo trabaja para mantener los valores de Progreso intactos para los próximos 100 años de la compañía. “Tenemos todo para sentirnos orgullosos de contribuir al desarrollo económico, social y ambiental de los países en donde operamos. Indistinto del país o región en donde tengamos presencia, mi rol como líder es asegurar que los valores permanezcan”, concluyó.
PRESENCIA
Progreso tiene operaciones en los rubros de Construcción, Desarrollo Inmobiliario, Agro y Energía. La compañía tiene presencia en siete países de Latinoamérica: Guatemala, Belice, El Salvador, Honduras, Costa Rica, Panamá y Colombia.
“Nuestro propósito trascendente es construir juntos el país donde todos queremos vivir. Si no vivimos ese propósito a través de nuestra cultura, la compañía no tendría sentido de existir”.
Nota replicada de la fuente original: Revista Estrategia y Negocios