Cada 22 de abril, se celebra el Día Internacional de la Tierra, para recordar y reflexionar de nuestra responsabilidad por crear un mejor medio ambiente. Para ello, es necesario mostrar un liderazgo sostenible ya que el futuro de nuestros hijos es un asunto de máxima importancia. Cuando hablamos de liderazgo sostenible nos referimos al papel de los gobiernos, de la academia, de la sociedad civil y de las industrias; pero, especialmente, el de cada uno de nosotros.
Es responsabilidad de nuestros gobernantes, que deben incluir el enfoque ambiental en sus políticas; de los académicos y expertos, que dedican la vida a la investigación para orientarnos con su conocimiento y, por supuesto, de quienes generamos empleo y tomamos decisiones en los sectores productivos. Pero, para ser más precisos, es una tarea de todos porque ya sea en el hogar, en nuestra comunidad o en el trabajo siempre estamos ejerciendo roles de liderazgo que nos permiten asumir conductas que promuevan la preservación del medio ambiente.
Mi experiencia en la industria de la construcción me ha confirmado que liderar bajo los principios de la sostenibilidad no solo es conveniente y necesario, sino también rentable. Adoptar prácticas más responsables nos permite reducir costos, mejorar nuestros procesos, ampliar nuestro impacto positivo y ofrecer productos mejores y más limpios a nuestros clientes. De hecho, ese ha sido uno de los pilares de nuestra sostenibilidad durante los últimos 123 años.
Además, a medida que se hacen más palpables los efectos de la variabilidad climática, las empresas también se ven afectadas. Según Value Reporting Foundation, al menos 68 industrias están siendo “significativamente afectadas por el riesgo climático” que, en casos como el de la agricultura, está relacionado con el aumento de las temperaturas y las sequías. El asunto es grave si tenemos en cuenta que estos cambios se traducen en inseguridad alimentaria para países particularmente vulnerables, como es el caso de Guatemala.
La conveniencia de la sostenibilidad es también comentada por el Fondo Monetario Internacional quien ha señalado que el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible permitirá crear más de 380 millones de empleos en el mundo. Tanto el sector público como el privado tendrán que hacer importantes inversiones, pero los beneficios también se prolongarán e impactarán a distintos sectores de la sociedad.
A nivel interno, el liderazgo sostenible también beneficia la cultura de las compañías porque es una forma de generar compromiso en los colaboradores. Todos trabajamos más felices y con mayor dedicación si sabemos que nuestra actividad es un aporte al futuro de las próximas generaciones.
Los invito a que pensemos cómo ejercer un liderazgo sostenible desde nuestros distintos roles y a que, cuando la motivación parezca agotarse, pensemos en el futuro que les espera a nuestros hijos.
No esperemos a que otros impulsen el cambio, quizás con las políticas públicas equivocadas. Seamos nosotros mismos quienes generemos ese cambio, para bien, y heredemos el planeta que nuestros hijos necesitan.