El liderazgo es un activo intangible y su rédito es complejo de medir, sin embargo, se entiende que fomentarlo solo trae buenas proyecciones para cualquier organización.
Mucho se habla sobre el liderazgo en las empresas a nivel local e internacional, ¿Cómo se aplica? ¿Qué valor tiene para los colaboradores? ¿Qué características tiene un buen líder? entre otras interrogantes que nos hacen dibujar al mejor líder que necesita el mundo. Sin embargo, cada organización tiene sus propios desafíos, procesos y cultura, lo que supone un liderazgo basado en la conexión de los valores de la entidad y los colaboradores.
Para todos los que trabajamos en Progreso, las personas son lo más valioso, teniendo como prioridad su seguridad, bienestar, desarrollo personal y profesional. Es deber de cada uno velar porque cada colaborador se sienta cómodo en su trabajo, al mismo tiempo que alcanzan su máximo potencial, impulsando, entre todos, la carrera de cada uno de nosotros.
Es más, los colaboradores de diferentes organizaciones entienden que ser jefe es totalmente diferente a ser líder y que ésta última no te lleva a la primera. De hecho, un líder se diferencia por su capacidad de dirigir y guiar a sus equipos de trabajo.
En Progreso, nuestra cultura está cimentada en el Código de Valores, Ética y Conducta (COVEC) y ejes de servicio, compromiso con el resultado, bienestar, desarrollo, comunicación y reconocimiento. Todos estos, constituyen la Agenda de Liderazgo; así como un estricto cumplimiento legal y valores éticos, inculcados por nuestro fundador, Carlos F. Novella. En torno a nuestros valores corporativos, un líder Progreso es una persona que promueve el diálogo, se compromete con las metas y reconoce el trabajo bien hecho. Además, brinda un servicio excepcional, al mismo tiempo que trabaja en su propio desarrollo y el de sus compañeros. Un líder Progreso motiva a los equipos a ser mejores, fomenta en todos los aspectos el respeto a los demás, impulsa la empatía y tiene la capacidad de enseñar para avanzar.
Un ejemplo de líder Progreso, es Ana Miriam Obregón, gerente del negocio de cal, quien ha sido la encargada de diseñar la estrategia de comercialización de uno de los productos más antiguos de la compañía, donde ha desarrollado su liderazgo e impulsando el área.
En Progreso buscamos formar líderes que rompan los esquemas, que lleven a sus equipos a lo más alto del éxito, siempre teniendo en cuenta la humanidad misma que se presenta en las relaciones laborales.