Sigo contándoles más acerca de nuestro informe de sostenibilidad. Definitivamente, si promovemos el bienestar de las personas, no podemos dejar de lado un asunto fundamental: el cuidado ambiental. Definimos una serie de indicadores de desempeño ambiental que nos permiten medir el impacto de nuestras operaciones y definen nuestras acciones para proteger el planeta que heredarán nuestros hijos.
Comencemos con la calidad de nuestro cemento. No imaginan mi orgullo al poder decirles que en Cementos Progreso producimos uno de los cementos más verdes del mundo. El factor Clinker es un indicador clave para valorar las prácticas sostenibles en la producción de cemento, como la reducción del consumo de agua y energía, y las emisiones de gases de efecto invernadero. El promedio mundial es de aproximadamente 76.3%, y el nuestro es de 67,17%, por lo que seguiremos trabajando para mantener este indicador por debajo del promedio mundial.
El 100% de nuestras operaciones cuenta con planes de protección de la biodiversidad, que promueven la conservación, incluso cuando finaliza la vida útil de nuestras canteras. Hacemos del reciclaje una forma segura de conservar el planeta, y el año pasado logramos reciclar el 201% de nuestros residuos.
Todos somos conscientes de la importancia del agua y la necesidad de hacer un uso responsable de este recurso. En esa línea, implementamos sistemas de captación de agua de lluvia y recuperación del líquido que nos han permitido reutilizar el 34% del agua que necesitamos para la fabricación de concreto. Además, en 2021, el 77.5% de la energía eléctrica que consumimos fue renovable.
Un elemento esencial para promover la cultura de la sostenibilidad es la formación de nuestros colaboradores. En 2021, invertimos más de 63 mil dólares en capacitaciones ambientales para nuestro equipo, y el talento de Progreso dedicó 3.334 horas a esas formaciones. Nuestro propósito es construir juntos el país donde todos queremos vivir, ¡y trabajamos de forma decidida para lograrlo!.
Siempre hablamos de construir el país que soñamos, en cualquiera que sea el país donde operemos. En 2021, destinamos US$1.6 millones a inversiones comunitarias. Estas inversiones comunitarias con las que promovemos planes de desarrollo local, escuchando a los liderazgos locales en las comunidades vecinas a nuestras operaciones y en coordinación con las autoridades pertinentes.
El año pasado aprobamos nuestra Política de Donaciones Corporativas para realizar contribuciones voluntarias, financieras o no financieras, que nos permitan aportar al bienestar de las comunidades y a la promoción del desarrollo sostenible. En 2021, nuestras donaciones corporativas a entidades externas sumaron US$4.8 millones. Me alegra ver el impacto positivo y máximo aprovechamiento de esos recursos.
Una de las causas a las que nos sumamos en el último año fue la mitigación de los efectos de la pandemia del COVID-19, para lo que donamos más de US$15 mil. Estos recursos fueron destinados a la compra de camas hospitalarias, insumos médicos y de limpieza y desinfección, así como de vacunas y alimentos para las personas más necesitadas.
La pandemia también limitó la capacidad de realizar aportes que requieren nuestra presencia física, y ante esa situación decidimos reorientar los recursos para apoyar directamente la gestión de esa emergencia. Poco a poco, vamos retomando nuestras iniciativas sociales presenciales, priorizando siempre el bienestar y la seguridad de todos.
En 2021 obtuvimos grandes resultados financieros y operativos. Estoy seguro de que la dedicación y el talento de nuestros colaboradores nos permitirán superar estos resultados y seguir aportando a la construcción de un mejor país para todos. Cada día escribimos una nueva página de esta historia.
