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IdeasJóvenes y liderazgo

Empleados felices, mercado feliz

By 14 de abril de 2023septiembre 13th, 2023Sin comentarios5 minutos de lectura

A las seis de la mañana suena la alarma, a las seis y media ya estamos fuera de la ducha tomando desayuno y, seguido de ello, despidiendo a los hijos que se van a la escuela. A las siete y media llegamos a nuestro lugar de trabajo y al mediodía estamos tomando el segundo café del día con nuestros colegas. Así continuamos nuestras labores hasta llegar a casa en la noche para descansar. Es así como se resumen muchos de nuestros días, pasando horas y horas con nuestros compañeros de trabajo, en nuestro escritorio – sea en la oficina de la empresa, otras instalaciones o, gracias al trabajo remoto, en alguna cafetería o en el propio hogar- y tachando pendiente tras pendiente.  Durante la adultez, pasamos más tiempo con nuestro jefe y compañeros/as de trabajo que con nuestras parejas, familiares y amigos. Por esta razón, es fundamental que nuestra dinámica laboral contribuya a nuestra felicidad, autorrealización y bienestar.

Diversos estudios han analizado de qué manera el clima organizacional afecta a los colaboradores y a su salud mental, y de qué forma se ve reflejado en los resultados tangibles de la empresa. Uno de ellos es el reciente informe ‘Mental Health at Work: Managers and Money’ del Workforce Institute del UKG, cuyos hallazgos refuerzan la necesidad de crear un clima laboral positivo que nos beneficie a todos.

Casi el 70% de los encuestados expresó que sus gerentes tienen el mayor impacto en su salud mental, igualando el nivel de influencia de sus parejas e incluso superando el de sus psicólogos y/o doctores. Además, el 40% mencionó que a menudo o siempre se sienten estresados por motivos laborales, impactando en su desempeño profesional (78%), en su vida personal (71%), en su bienestar (64%) y en sus relaciones (62%). Esto nos recuerda una realidad: somos esponjas que absorben de todos y de todo lo que nos rodea, he ahí la importancia de tener cuidado en la forma en que invertimos nuestra energía.

Precisamente para garantizar que somos responsables del bienestar de los colaboradores, en Progreso nacieron la Agenda de Liderazgo y el Código de Valores, Ética y Conducta -COVEC-, dos guías que nos permiten ser líderes íntegros, innovadores y comprometidos con el desarrollo de nuestros trabajadores, equipos, el país y la región.

Todos los que de alguna forma lideramos equipos de trabajo en Progreso vivimos con la mentalidad de tratar a nuestros compañeros como si tratáramos a nuestros clientes, y no solo para recibir un reconocimiento, que puede estar muy bien, sino para garantizar su bienestar y una relación de mutuo beneficio; ese es el fin último de nuestras acciones cada día. Ellos son nuestros clientes internos: son ellos los primeros testigos, y muchas veces protagonistas, de que desarrollamos tecnología innovadora; que trabajamos soluciones sostenibles; que nuestros productos son de excelente calidad y que vivimos en un ambiente inclusivo y empático. Es clave asegurar este último punto, ya que como menciona el estudio, un ambiente que fomente en los colaboradores una sensación de mayor compromiso y sentido de propósito con la empresa se va a reflejar en la salud mental de cada uno de ellos, y entre muchas otras cosas en su productividad.

Y como todos estamos en la búsqueda activa de la felicidad, les comparto tres claves que podemos aplicar en el trabajo, y cuyo éxito he podido confirmar en Progreso, logrando fomentar áreas más saludables y seguras.

1 | Nuestros colaboradores tienen una voz, y nuestra tarea es escucharles: asegurarnos de crear ambientes seguros para los colaboradores significa poder ofrecerles la posibilidad de expresar sus opiniones e ideas, sabiendo que existe una capacidad de respuesta inmediata y asertiva. Además, ofrecer herramientas de acompañamiento puede contribuir positivamente a fomentar estos espacios. 

2 | Conectados como la familia que somos: en un entorno profesional que cada vez se digitaliza más, trabajar en las conexiones es algo fundamental. Para aquellos que regresaron a la presencialidad, el tener reuniones semanales y desarrollar dinámicas que inviten a la interacción entre colaboradores es una excelente manera de mantener viva la llama del trabajo. Pero para quienes viven del teletrabajo, el esfuerzo por mantener las relaciones laborales debe ser mayor, llevándonos a crear espacios que fomenten el intercambio de opiniones, ideas y perspectivas.

3 | Potenciar el desarrollo profesional sin olvidarnos del personal: el estudio demostró que nadie es inmune al estrés laboral. El 85 % de los empleados no utiliza todo su tiempo libre asignado y el 88 % de los líderes ejecutivos tampoco lo hace. Por eso, habilitar y promover el uso del tiempo libre es decisivo para encontrar el balance vida-trabajo de los colaboradores.

Ser el ejemplo, como líder, es sin duda mi responsabilidad más grande y la forma más honesta de difundir esta práctica. Visibilizar este espacio como una oportunidad de disfrutar de nuestros placeres para presentarnos cada mañana más descansados, inspirados y renovados se verá reflejado en nuestro estado de ánimo y en nuestro desempeño en el trabajo.

Somos seres integrales: no podemos separar nuestra identidad profesional de la personal, ni tampoco la familiar con la del ciudadano. Todos los ámbitos de nuestra vida se interconectan. Reflexionar un momento sobre la importancia de entender la relación entre la felicidad y la productividad puede ser crucial no solo para tener un mejor desempeño laboral, sino también para disfrutar todos los ámbitos de nuestra vida. 

Si tuviera que terminar con una idea, sería una invitación a vivir una vida más plena, porque los empleados felices son empleados más productivos, más comprometidos y con mayor propósito.