Hablemos de jóvenes, innovación y el sector de la construcción

En algunas ocasiones he oído a alumnos, colegas y compañeros decir “yo no soy creativo”. Mi comentario siempre es el mismo: «la creatividad puede estar en todas partes; a todas horas y en todos nosotros”.

Desde pequeño, sentí afinidad por los números y las matemáticas que años más tarde se hizo latente en la elección de mi profesión. Por supuesto, durante mi camino de prueba y error, aprendizaje y fallo, hubo momentos en el que sentí que desarrollar una habilidad con los números me podía alejar del arte, el deporte y mi lado creativo. Lo bueno es que la experiencia, el paso de los años y las personas que me rodean me han confirmado que no fue necesariamente así. Todos podemos, si queremos, desarrollar esa competencia de la creatividad.

A veces se puede cometer el error de creer que la creatividad solo se ve en una obra de arte o en una muestra musical y que la innovación es un asunto reservado para genios en un laboratorio o líderes del mundo tecnológico. Sin embargo, en realidad, ser creativos es encontrar soluciones diferentes con lo que tenemos y podemos hacer. Es una actitud que se puede ver al proponer una nueva unidad de negocio, utilizar un acabado no convencional en una obra, o conectar y poner a trabajar juntos a expertos de áreas aparentemente desconectadas. La creatividad es sinónimo de apertura al cambio que es indispensable en todo desarrollo.

Hoy en día, con tantos avances tecnológicos y ante los constantes desafíos a los que nos enfrentamos en la sociedad y el mundo, necesitamos pensar “fuera de la caja”. No existe un manual para vivir, ni para el éxito ni para la felicidad. Cada uno de  nosotros debemos escribir nuestro propio manual. Pero, para ello, perder el miedo a aprender, a crear, a equivocarnos. En una palabra: debemos perder el miedo a ser innovadores. 

En el marco del Día Mundial de la Creatividad y la Innovación no podría encontrar un mejor ejemplo de mente creativa más cercano que el de nuestro fundador, don Carlos F. Novella. Soy un colaborador más de Progreso que lleva con orgullo el legado centenario y la larga trayectoria de una compañía que tuvo como líder gestor a un joven que rompió las barreras de lo “imposible” y que no atendió a los “eso no va a salir bien” para apostarle a algo nuevo y diferente. 

A mi me gusta compararlo con los Steve Jobs, los Elon Musk o los Jef Bezos de esta época. Todos tienen en común haber creado una nueva industria a través de haber lanzado un nuevo producto. Su espíritu emprendedor y visionario lo llevó a fundar lo que hoy es Progreso, poniendo como prioridad su deseo de generar desarrollo económico, social y medio ambiental  a través de un producto que no era conocido ni utilizado en a finales del siglo XIX.

Me alegra saber que nuestra capacidad no se limita al campo empresarial sino que se manifiesta también en la proyección social y compromiso con los países desde donde operamos. La innovación es un eje fundamental de Progreso – y de todas sus unidades de negocio -. La fomentamos tanto interna como externamente. Por ejemplo, en el plano comercial, la innovación es parte fundamental de ofrecer a nuestros clientes la solución que necesitan de acuerdo a sus particulares necesidades.

Mientras que nuestro compromiso social se refleja en iniciativas como “Pisos S3”, que ofrecen a las familias de la región mejores condiciones de vida a través de suelos de concreto que sustituyen los pisos de tierra. Con concreto logramos pisos más seguros, saludables y sostenibles. 

En el campo medio ambiental, quiero resaltar hoy nuestro proyecto “Aguatemala”. Este es un claro reflejo de la innovación y la creatividad aplicada en colaboración con la academia. Esta es la parte más interesante: “Aguatemala” es un proyecto de descontaminación de agua co-creado con alumnos de la Escuela Regional de Ingeniería Sanitaria (ERIS) de la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC). Esto confirma que el trabajo en equipo y la colaboración entre distintas disciplinas y equipos potencializa la creatividad y la innovación.

Sin duda, la iniciativa insignia que refleja el trabajo que tenemos con los jóvenes y la innovación es Progreso-x. Ese es el nombre de nuestra aceleradora corporativa en Progreso, que apoya a nuestros negocios convocando a startups que nos proponen soluciones disruptivas e innovadoras a través de la implementación de tecnologías aplicables a la industria de la construcción. 

Recientemente, anunciamos la inversión de Progreso X en Zacua Ventures; nuestros nuevos aliados estratégicos que lograrán un mayor alcance en el ecosistema de innovación, particularmente en Tecnología de la Construcción (ConTech). 

El día mundial de la creatividad y la innovación nos recuerda que el rol de la creatividad es, ha sido y será la clave del futuro desarrollo humano. Gracias a esa capacidad humana, todos gozamos de los beneficios del crecimiento económico, la generación de empleos, y el desarrollo comunitario. Por otra parte, la innovación será indispensable para resolver los retos que nos depara el futuro.

Así que mi mensaje en este día va, especialmente, a los jóvenes, entre los que cuento con orgullo a algunos alumnos y ex-alumnos: recuerden que tienen la capacidad infinita de crear. No tengan miedo a equivocarse. No existe el fracaso sino que solamente hay aprendizajes. Contamos con ustedes y con sus aportes positivos para las soluciones a los retos del futuro. ¡No se rindan nunca!

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